El modelo híbrido: una alternativa para la educación y evaluación

El modelo híbrido: una alternativa para la educación y evaluación

Este martes 29 de septiembre de 2020, se llevó a cabo la quinta sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “El modelo híbrido: una alternativa para la educación y evaluación”.

En esta ocasión, participaron: la doctora Ana Carolina Sepúlveda (moderadora), profesora y de la Facultad de Medicina de la UNAM, México. El doctor Eduardo García Luna Martínez, vicerrector de Ciencias de la Salud de la Universidad de Monterrey (UDEM), México. La doctora Ann Wylie, profesora titular honoraria, docente titular, directora adjunta (jefa de proyecto, KUMEC), líder del módulo de Salud Global y materias optativas, King’s College London, Reino Unido. Profesor Bogden, director del Instituto de Microbiología Clínica, Inmunología e Higiene, Hospital Universitario Erlangen and Friedrich-Alexander-University (FAU), Erlangen-Nürnberg, Alemania. Y la Doctora Lilia Macedo de la Concha, secretaria del Sistema de Universidad Abierta y Educación a Distancia de la Facultad de Medicina de la UNAM, México.

La doctora Sepúlveda dio inicio definiendo qué es el modelo híbrido de educación: La educación híbrida combina la instrucción presencial con actividades a distancia para crear experiencias de aprendizaje ideales y pretende potencializar las ventajas de cada modalidad, promoviendo una participación más activa y colaborativa de los alumnos en las actividades educativas. Destacó también que entre las razones para adoptar un modelo híbrido se encuentran las oportunidades globales de educación, la diversidad de recursos a la mano en medios electrónicos y, por supuesto, el hecho de que la pandemia por COVID-19 puso “en jaque” las actividades presenciales.

 

El doctor Eduardo García Luna, por su parte, se centró en los problemas y riesgos de la pandemia en la educación superior, y en el plan para poder regresar a las acividades académicas y cómo desarrollaron en la UDEM un esquema académico híbrido, y cómo han abordado las competencias clínicas en términos de evaluación. Se detectaron varios riesgos importantes: en términos de estructura, hay que migrar de lo presencial y analógico a las plataformas virtuales, sin embargo, hace falta infraestructura tecnológica. En el plano operativo, se requiere un uso intensivo de la tecnología, pero es necesario hacerlo de manera focalizada con actividades específicas; los servicios y plataformas pueden ser deficientes en el domicilio de algunos alumnos o colaboradores, esto se convirtió en un riesgo importante: el nuevo reto era la capacidad de adaptación. También existen retos económicos, como la disminución de matrícula de reingreso o la inversión que se necesita para la infraestructura tecnológica que no estaba presupuestada. Lo más importante es garantizar la seguridad de la comunidad universitaria y salvaguardar la calidad académica, a la par de desarrollar mecanismos objetivos de evaluación. Tomando en cuenta lo anterior, el plan de regreso comprende una metodología ágil: la prioridad es satisfacer las necesidades de los alumnos y, de tener un esquema vertical, se creó una etructura totalmente horizontal, sin distinción de puestos ni jerarquías, para sincronizar el trabajo conjunto y en grupos de unas diez personas se tomaban decisiones de trabajo, además de enfocarse en lo verdaderamente esencial y en resolver los problemas inmediatos y urgentes. En cuanto las competencias clínicas, la evaluación por competencias, por ejemplo, se utilizó (entre otros varios recursos) la simulación para prácticas clínicas. Se transformaron aulas y talleres; se aplicó también un examen profesional en línea, con manejo de actas en tiempo real, pero de manera digital.

 

La doctora Ann Wylie detalló durante su intervención los efectos del uso continuo de las herramientas digitales. Afirmó que la pandemia por COVID-19 ha acelerado los cambios en la educación médica y ha impactado en el aprendizaje clínico de los estudiantes, en la evaluación de los estudiantes y en el cuerpo facultativo. Esta es una pandemia global y en Londres, la comunidad es muy grande. Esta pandemia ha acelerado el interés por la salud pública global, pero, a la par, también puso de manifiesto lo limitados que eran los programas de estudio en este sentido; esto quiere decir que los alumnos quieren aprender más sobre salud global y esto se ha convertido en una urgencia. La doctora detalló el proceso de adaptación y mejoramiento del plan de estudios; entre febrero y marzo se examinó el panorama y se decidió cerrar el campus y suspender la enseñanza clínica; entre otros efectos que tuvo esto, uno fue que los alumnos que provenían del extranjero regresaron a sus países. Empezaron a utilizar las plataformas virtuales entre marzo y abril, integrando en las clases temas relativos a COVID-19. En la situación actual, los alumnos de último año regresaron al trabajo clínico, debido a que estos estudiantes se recibirían de médicos en agosto, esto se dio luego de evaluar los riesgos. Se limita el acceso al campus y se proporcionan opciones en línea, pero se están mejorando las herramientas pedagógicas y recursos y materiales de aprendizaje. Un aspecto interesante es que el tiempo que pueden poner atención los alumnos a una clase en línea, por medio de una pantalla, en realidad es limitado, esto a su vez limita la atención que pueden prestar a las clases por este medio. En este momento, se está buscando el consentimiento de los pacientes en línea y resolver otros problemas con pacientes. Para 2021 no tendremos puestos para estudiantes internacionales, los alumnos deberán estar en el campus y atender prácticas clínicas. Algo importante es que la pandemia por COVID presentó muchos retos, pero eso también trajo oportunidades, como nuevos métodos de enseñanza-aprendizaje y el aprovechamiento máximo de recursos, además de que se han compartido muchas ideas y recursos de alto nivel.

 

El profesor Bogdan relató la experiencia en Erlangen, un lugar pequeño de de Alemania con pocos habitantes (apenas cerca de 112 mil, en 2019). El profesor mencionó que, en todo caso, es un lugar conocido porque ahí están las oficinas centrales de Siemens. Erlangen, una ciudad universitaria y académica,  tuvo apenas 391 casos de COVID y 22 fallecimientos. Esto es resultado de que la población cumplió de manera estricta los protocolos de distanciamiento y de seguridad. En el hospital universitario atendieron 120 pacientes hospitalizados por COVID-19 y solo 25% requirió cuidados intensivos. En su caso particular, la pandemia ayudó a que se implementaran medidas de higiene básicas, se promovió el lavado de manos por sobre la desinfección o sanitización y las mascarillas faciales se recomiendan en caso de que no se pueda mantener la distancia social. Para el semestre de invierno, se planea que la mayoría de lecciones se lleven a cabo en línea, con algunas clases presenciales: un modelo híbrido. Si las lecciones se imparten con poca gente y en los seminarios: no se permiten más de treinta participantes en el salón y se respeta la distancia social, se pueden dar clases presenciales con condiciones adecuadas y si todo mundo usa mascarillas. El profesor relató que en siete meses no tuvieron ni un solo caso, porque seguían manteniendo la distancia social y siguieron todas las reglas. Especificó que: “Esta no es la primera ni será la última pandemia. Llevábamos años esperando una pandemia. Debemos proveer información y educar. […] Eliminamos contacto entre las personas y evitamos cadenas de infecciones; se prohibieron los viajes se evitaron todas las salidas de Erlangen y no recibimos invitados. […] Detecto que mucha gente está muy asustada y eso no siempre es un buen consejero. Es necesario ayudar a tranquilizar a la gente, compartir cómo se pueden evitar los contagios”.

 

La doctora Lilia Macedo relató cómo en la Facultad de Medicina de la UNAM, la educación a distancia se implementó desde 2015 (en la Licenciatura de Médico Cirujano). Ya desde antes de la contingencia había acciones a distancia: recursos y sitios electrónicos que apoyan el aprendizaje. Hay programas como Ponte en líne@, en apoyo del aprendizaje, durante o posterior a las clases, con recursos interactivos, imágenes y audios, todos esos materiales están elaborados por personal académico. Hay asignaturas optativas a distancia, y también asignaturas. Se apoya a los estudiantes para que puedan tener movilidad y puedan estudiar en distintas instituciones dentro y fuera de México. Habló de los Cursos PAEA – Programa de Alta Eficiencia Académica, que son cursos extracurriculares. La educación a distancia había sido una estrategia educativa paralela a la presencial; se toma en cuenta que varios estudiantes no tienen mucho acceso a la tecnología, por eso entre otros recursos, se cuenta con materiales que no se necesitan leer en línea, sino que se descargan y se puede acceder a material necesario para la práctica clínica. La evaluación de las asignaturas optativas en modalidad a distancia, arrojó resultados muy positivos: entre 95 y 96% de alumnos consideró que la navegación es amigable y entre 79 y 81% que el acceso es adecuado. 96% de estudiantes consideró que las actividades son acordes con los contenidos y entre 92 y 96% las ubica como situadas en un contexto real; estos son tan solo unos cuantos ejemplos de la retroalimentación de 35 grupos con un total de 453 estudiantes; de estos, más de 90% afirmó que los cursos cubrieron sus expectativas y prácticamente 100% recomendaría estos cursos. En concreto, hay una inclinación positiva hacia la educación bajo un modelo híbrido, enfatizando que la teoría puede ser impartida en línea, y la parte práctica de manera presencial.

La serie de webinars seguirá llevándose a cabo hasta el mes de octubre. La siguiente sesión será el martes 6 de octubre, con el tema “Innovaciones digitales para la contingencia”.

Revista Atención Familiar

Revista Atención Familiar

Revista Atención Familiar 27 4

Editorial

45 aniversario de la Subdivisión de Medicina Familiar 1975-2020

Original Article

Prevalence of depression, anxiety, and academic stress among medical students during different periods of stress

Original Article

Respiratory and Gastrointestinal Diseases in Pediatrics: How do Parents handle them at Home?

Artículo Original

Enfermedades respiratorias y gastrointestinales en pediatría: ¿cómo las manejan los padres en casa?

Original Article

Choice of Specialty and Attitude of Undergraduate Medical Interns towards Family Medicine

Artículo original

Elección de especialidad y actitud de médicos internos de pregrado hacia la Medicina Familiar

Artículo original

Comparación de estrategias educativas centradas en la sobrecarga del cuidador primario

Artículo original

Salud familiar y nivel glucémico en mujeres durante el segundo y tercer trimestre de embarazo

Artículo de revisión

Resurgimiento de enfermedades infecciosas y movimiento antivacunas, ¿qué pasa en México?

Artículo de revisión

Prevención cuaternaria: hacia un nuevo paradigma

Identifique el caso

Rizartrosis

Índices

Instrucciones para los autores

Ver la revista

La Formación médica en campos clínicos durante la emergencia sanitaria

La Formación médica en campos clínicos durante la emergencia sanitaria

Este martes 22 de septiembre de 2020, se llevó a cabo la cuarta sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “La Formación médica en campos clínicos durante la emergencia sanitaria”.

Los participantes fueron: como moderador, el doctor José Francisco García Gutiérrez, asesor regional en Desarrollo de Recursos Humanos de Salud (OPS/OMS), WDC-EU. Doctor Sanjay V. Desai, director de la Residencia Médica Osler, viceprecidente de educación, profesor de medicina, Johns Hopkins Medicina, EU. Profesor doctor D. Luis Jiménez Reina, decano de la Facultad de Medicina y Enfermería, Universidad de Córdoba, España. Doctora Ana Elena Limón Rojas, secretaria de Enseñanza Clínica, Internado Médico y Servicio Social, UNAM, México.

Los cuatro ponentes plantearon el contexto en que han trabajado durante esta emergencia sanitaria, y cómo las diferentes instituciones respondieron y se adaptaron a las condiciones de enseñanza y de trabajo que plantea nuevos retos, algunos que parecían infranqueables. Los contextos de cada participante son muy distintos y en la sesión se destacaron algunos de estos contrastes. Uno de los más interesantes fue el relativo a la tecnología y a cómo las herramientas de la telemedicina han servido para dar resultados muy interesantes, que abarcan, desde la educación a distancia y a resguardo de los estudiantes, hasta las consultas y atención médica de pacientes, también a distancia, para no ponerlos en riesgo.

 

El doctor Sanjay V. Desai destacó la importancia de aprender a impartir conocimientos en este nuevo contexto. Declaró que, contra todo pronóstico, la situación de emergencia había tenido beneficios inesperados, como la educación interprofesional en cuanto a una capacitación o formación cruzada: como no sabían el reto que íban a enfrentar, llevaron [para capacitar a médicos en atención a probables pacientes con COVID] a radiooncólogos, cirujanos plásticos, varios especialistas distintos, “llevamos a todos a aprender con los equipos, porque no sabíamos a quiénes íbamos a necesitar.”

Respecto a los puntos más importantes de su intervención, hizo énfasis en que una de sus prioridades en la universidad Johns Hopkins era: Engagement, Role and Safety of Trainees (compromiso, rol y seguridad de los practicantes) y que para solventar esta situación tuvieron que adaptar varias medidas, empezando porque al inicio de la crisis aplicaron un modelo de medicina mediante sacrificios compartidos. Comentó también que la atención de primera línea es la más difícil. Y en cuanto a la telemedicina como herramienta de educación, aclaró que ya la usaban, pero la pandemia aceleró su uso y recurrieron a este recurso como no lo habían hecho antes; además de adquirir nuevo equipo tecnológico de alta calidad (como cámaras y micrófonos) para poder adaptar las sesiones de enseñanza e incluso impartir sesiones con los médicos en la sala con el paciente, transmitiendo en video simultáneamente, mientras los estudiantes permanecen fuera de la sala y no arriesgan su salud, en caso de pacientes con COVID. Otro aspecto en el que hizo énfasis fue la democratización de las jerarquías: “No es solo la relación entre cirugía-medicina y anestesia. Antes trabajábamos como si estuviéramos separados. Uso el término ‘democtarizar’ porque todos somos iguales: se ha creado una nueva dinámica entre quienes atienden al paciente y, por ejemplo, la persona que limpia el cuarto. COVID nos enseñó que todos corremos el mismo riesgo y todos aportamos algo valioso. Hubo pérdida de jerarquías y esto mejora la dinámica de aprendizaje”.

El doctor Luis Jiménez aclaró que en su área el inicio de la pandemia representó un trauma para todos y no tenían capacidad para solventarlo. Al inicio, cuando en marzo se declaró el confinammiento en España (y la Unión Europea, en general, se fue a confinamiento), los inundaron con normativas e instrumentos que representaron un marasmo de información. Aunque, por fortuna, contaban con estructuras docentes y de transmisiones que les permitieron seguir con la docencia en línea. Decidieron, por ejemplo, explorar la opción de que si un estudiante de medicina cuenta con más de 50% completado, para reconocer esa formación académica y clínica, podían hacerlo mediante simulación clínica y otras formas para completar los créditos. Luego describió cómo, hicieron la prueba ECOE más asequible para que se pudiera realizar por todas las plataformas que cada facultad tenía en las universidades: “Afortunadamente contamos con plataformas virtuales que de manera cotidiana usan los alumnos; había que comprobar que los estudiantes podían acreditar la formación.[…] Se hizo una Conferencia Nacional de Decanos de Medicina para una prueba ECOE común. Al final acordamos usar una plataforma y aplicar criterios para ver si en todas las facultades participantes podían acreditarse los estudiantes por vía virtual”.

El mapa de competencias fue un modelo que se reprodujo en la plataforma de manera virtual y la respuesta fue acorde con lo que esperaban. Y enfatizó que, después de solventar ese problema, también concluyeron que esa definitivamente no es la mejor forma de evaluar y acreditar a los estudiantes.

 

La doctora Limón inició su intervención enfatizando la inmensa cantidad de estudiantes que  la SECISS (Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado Médico y Servicio Social) , que coordina los cuatro últimos años de la carrera de médico cirujano, contabiliza más de 5 600 alumnos, del tercer año al servicio social, incluyendo el internado médico. Esta es una cantidad altísima de alumnos y manejar a tanta gente se convierte en una tarea titánica. A finales de marzo y principios de abril, hubo un importante retiro de estudiantes de sus sedes, por la pandemia de COVID-19; se retiraron de sus sedes 3 180 alumnos de tercero y cuarto año y 1 055 alumnos de internado médico. Permanecieron en sus sedes únicamente 918 médicos pasantes.

También hubo que reinventarse. Entre los programas de apoyo para estudiantes, para la capacitación de médicos internos de pregrado y médicos pasantes en Servicio Social sobre COVID-19, se puso en marcha una nueva plataforma en la que los estudiantes pueden encontrar diferentes materiales y medios útiles para capacitarlos sobre COVID-19, supervisar y asesorar las particularidades que emergen durante su labor asistencial. En la pataforma también encuentran, entre otras, información emitida por las instituciones de salud, la OMS y Facultad de Medicina para los médicos internos, además de actualizaciones periódicas sobre COVID-19. Cuentan con herramientas para monitoreo de su estado de salud y con asesorías para minimizar las condiciones de riesgo.

La doctora también habló del servicio de Call center atendido por pasantes, en el que se da atención a toda la gente (no solo a la comunidad universitaria) y en el que reciben llamadas de toda la República Mexicana; para esto, se capacitó a 63 pasantes con cursos, asistencia psicológica y pláticas de orientación y apoyo. Se cuenta también con apoyo de psiquiatría y salud mental, para solventar los problemas emocionales adyacentes a la crisis.

En general, quedó de manifiesto que cada región y cada país tienen diferentes recursos y han llevado a cabo una adaptación de acuerdo con esos recursos, siempre poniendo como prioridad la seguridad de los estudiantes y con el propósito de seguir con su educación, incluso si es necesario hacer cambios y adaptaciones en los sistemas de enseñanza y aprendizaje.

La serie de webinars seguirá llevándose a cabo hasta el mes de octubre. La siguiente sesión será el martes 29 de spetiembre, con el tema “El modelo híbrido: Una alternativa para la educación y evaluación”.

Impacto Psicológico de la Pandemia en la Comunidad Universitaria

Impacto Psicológico de la Pandemia en la Comunidad Universitaria

Este martes 8 de septiembre de 2020, se llevó a cabo la tercera sesión de la serie de webinars

Retos de la educación médica en tiempos de COVID-19: “Impacto Psicológico de la Pandemia en la Comunidad Universitaria”.

Los participantes eran: la doctora Marcia Hiriart Urdanivia (moderadora), jefa de la División de Investigación de la Facultad de Medicina de la UNAM. El doctor Marco Solmi, investigador principal COH-FIT. El profesor Samuele Cortese, profesor de Psiquiatría de la Niñez y la Adolescencia, encargado de COH-FIT (Reino Unido). El doctor Bernardo Ng, investigador COH-FIT (México). El doctor Andrés Estrade Vaz, investigador COH-FIT (Uruguay y Reino Unido). Y la doctora Ma. Elena Medina Mora, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM. (El doctor Marco Solmi no pudo asistir, debido a otro compromiso que tenía a la misma hora.)

El doctor Roberto Escalante (secretario general de UDUAL) declaró, durante las palabras de bienvenida, que el tema de la salud mental se ha mencionado, pero es necesario mencionarlo más. Las preocupaciones han estado enfocadas en el número de contagios y otros temas (como vacunas, el empleo o falta de ingreso, etcétera), todos muy relevantes, pero los impactos psicológicos que está teniendo la pandemia en la población universitaria y metauniversitaria son de la mayor importancia.

 

El primer ponente fue el profesor Samuele Cortese, quien habló de los desafíos que enfrentan los estudiantes y el personal universitario, debido a la pandemia de COVID-19. Situaciones como el cambio de modalidad presencial a clases virtuales; algunos efectos han sido positivos, pero es necesario tomar en cuenta que muchos estudiantes no tienen acceso a las actividades en línea; o también factores como que no todas las activities son aptas para transmitirse de modo virtual. Este es un fenómeno reciente y, por lo tanto, hay menos publicaciones arbitradas al respecto; los temas más comunes que surgen en los estudios se enfocan en: la prevalencia de ansiedad y depresión, además de otros aspectos de la salud mental y la calidad de vida (que no siempre se incluyen en estos estudios) u otros desórdenes mentales; y del manejo o tratamiento de los problemas, que pueden abarcar desde el ejercicio físico hasta apoyo de sus pares. Es cierto que estos estudios se han enfocado en los estudiantes, pero es necesario incluir al personal médico. También, respecto a los factores de las condiciones mentales, se han enfocado más en los riesgos, pero pocos se han enfocado en los factores de protección.

Se necesitan estudios de distintos países alrededor del mundo, para entender los diferentes impactos y cómo cada país está lidiando con la pandemia. Y por esa razón es que se pone el foco en la inicativa Collaborative Outcomes Study on Health and Functioning During Infection Times, COH-FIT por sus siglas en inglés (es intencional que haya una semejanza fonética con COVID). Esta es una encuesta anónima, en línea, que puede ayudar a entender el estado de salud física y mental de la gente alrededor de todos los países. El proyecto COH-FIT dio inicio en abril de 2020 y solo participaban dos países, Estados Unidos e Italia. La encuesta es ahora una colaboración global que incluye seis continentes, se encuentra en 29 lenguajes, en más de cien países, participan más de 50 instituciones y más de doscientos colaboradores.

Como resultado de la encuesta, se examinan, entre varios otros, los factores que son modificables contra los que no se pueden modificar. Este estudio no es solo para obtener prestigio académico, la intención es que se pueda intervenir y mejorar las condiciones de la gente, es un estudio que quiere ser útil para quienes toman decisiones para la sociedad.

 

El doctor Andrés Estrade habló de las cifras que presentan los países de Latinoamérica que ya están participando activamente en el proyecto COH-FIT y las medidas que cada uno ha aplicado; por ejemplo, Brasil tiene el segundo lugar en número de casos y de fallecimientos, mientras que Colombia está en sexto lugar de número de casos; y mencionó que esto tiene relación con hechos como la aplicación de medidas laxas en países como Brasil; en contraste, Argentina ha aplicado medidas más estrictas. Aclaró también que es importante tomar en cuenta las diferencias internas entre cada país, pues todos son heterogéneos. Uruguay, por ejemplo, nunca tuvo cuarentena obligatoria. Dijo que es muy importante tener resultados de distintos países, pues en cada uno tiene diferentes condiciones. Invitó también a que más países se sumen al proyecto de COH-FIT, pues eso mejorará el muestreo y los resultados.

 

El doctor Bernardo Ng, por su parte, inició hablando de los fenómenos que se han observado en México, un país que está entre los primeros lugares de fallecimientos y de contagios en todo el mundo; y el alto número de muertes de personal sanitario, además de fenómenos como respuesta al miedo o la incertidumbre. Según el doctor Ng, en Vancouver se habla ya del Síndrome de Estrés por COVID, que incluye, entre otros: miedo a infectarse, síntomas traumáticos como pensamientos intrusivos o pesadillas y xenofobia. Y está también la fatiga por uso de Zoom, plataforma virtual que cuenta ya con más 300 millones de usuarios al día.

Por lo anterior, el doctor enfatizó que la incipiente participación de México en el proyecto COH-FIT es muy importante, y resaltó que colaborar en esa encuesta es fundamental, pues de ahí se obtendrán los datos para orientar medidas preventivas y sobre todo reinserción en la sociedad.

 

La última ponencia corrió a cargo de la doctora Ma. Elena Medina, quien habló de la salud mental de los jóvenes en México, en general, y de los jóvenes universitarios. Según las cifras relativas a la salud mental ha aumentado el abuso de sustancias y la población más afectada se encuentra entre los 15 y los 30 años; hay factores como que los jóvenes (varones) pierden esperanza de vida por asesinato; también han crecido las tasas de suicidio. En relación con psicopatologías en estudiantes universitarios (la UNAM no participa en este estudio), hay gran malestar entre los jóvenes; la diferencia entre hombres y mujeres es que en las mujeres se presenta más depresión, mientras que los hombres presentan más problemas de conducta.

Al indagar sobre el tratamiento, la mayoría declara que prefiere la interacción cara a cara antes que un tratamiento mediante herramientas tecnológicas (como consultas a distancia).

Y en cuanto a la atención a la comunidad universitaria de COVID-19, antes de la pandemia se recibieron 5129 visitas a la página electrónica de ayuda. Y durante la pandemia han ingresado 16 244 (más del triple), contestaron el tamizaje y fueron canalizados de acuerdo con el nivel de riesgo que presentaban.

En el flujograma de atención a la salud mental del personal de salud COVID-19 hay cinco clínicas virtuales para grupos de problemáticas con mayor probabilidad a lo largo de la continua de emergencia. La primera (C1) es de crisis emocionales, riesgo suicida y casos graves; y la quinta (C5) es de duelo y final de la vida. Entre una y otra se encuentran temas como el consumo de sustancias (C2), ansiedad (C3) o estrés postraumático (C4). La doctora habló también del Programa de Intervención en línea para la comunidad universitaria que proporcionó atención a través de una plataforma de telemedicina desarrollada con el apoyo del Departamento de Informática Biomédica de la Facultad. Entre los resultados que se detectaron, se encuentran los principales problemas de los estudiantes, que incluyen: depresión 91%, ansiedad 93% o problemas de sueño 94%, entre varios otros.

Como conclusión, la doctora enunció que la edad joven es una etapa de riesgo, no solo en México, sino en el mundo; esta etapa coincide, por ejemplo, con la época universitaria. Es importante conocer las necesidades de los jóvenes y es un hecho que la pandemia tuvo un impacto importante en la salud mental de la población, por lo que los jóvenes universitarios no están exentos; el personal de salud se encuentra en mayor riesgo, por las condiciones en que trabaja.

Al final de la sesión, se volvió a enfatizar la invitación a que la población en general se sume a la iniciativa de COH-FIT, para poder recabar datos fidedignos de la población e incorporarlos a los resultados internacionales. La encuesta se halla en español, si es demasiado larga (alrededor de media hora, en promedio, para una persona adulta) se puede pausar y volver a ella posteriormente, y es anónima. Se puede ingresar en esta dirección: https://www.coh-fit.com/?lang=es

Fundamentos básicos del manejo del paciente crítico con COVID-19

Fundamentos básicos del manejo del paciente crítico con COVID-19

Perfil de ingreso:

Este diplomado está dirigido a profesionales de la salud con perfil médico (médicos generales o especialistas) que estén actualmente atendiendo a pacientes COVID-19.

Es importante y deseable que sean profesionales con liderazgo en el desempeño de su labor.
Además de asumir el compromiso para poder concluir exitosamente el diplomado, el cual se llevará a cabo en modalidad virtual, del 14 de septiembre al 18 de diciembre de 2020.

Durante este periodo, los alumnos deberán participar en sesiones en tiempo real (usando la plataforma Zoom), de lunes a viernes de 6 a 8 pm (aproximadamente).
Cumplir con el 85% de asistencia y participación en dichas sesiones, es un criterio indispensable para acreditar el diplomado.

Se requieren competencias básicas en el uso de tecnologías de la información y comunicación (correo electrónico y plataformas electrónicas educativas).

También deben considerar tener disponibilidad para poder acudir 1 semana a prácticas presenciales en la Ciudad de México en distintas sedes que se notificarán con anticipación.

¿En qué te podemos ayudar?